La ortodoncia es una especialidad sanitaria muy compleja que se practica desde hace más de 2000 años y que para dominarla es necesaria una gran formación.

La Ortodoncia a través de la Historia

Los faraones se preocupaban por la adecuada alineación de sus piezas dentales para entrar en la otra vida luciendo una bonita y estética sonrisa, utilizando para ello hilos elaborados con intestinos de animales.

En la Antigua Grecia, Hipócrates de Cos, que fue el primer galeno en dejar constancia escrita sobre la posición incorrecta de los dientes, los mantenía unidos con hilos de oro (mucho más chic que las tripas de gato egipcias, ¿verdad?) e incluso argumentaba en sus tratados razones estéticas.

En época del Imperio Romano, los médicos Celso y Plinio proponían modificar la posición de los dientes de los niños empujándolos con el dedo hacia su emplazamiento correcto o, en el caso de los adultos, limarlos hasta lograr una alineación acertada.

En el siglo XIII, los barberos franceses practicaban también el oficio de dentistas y en ocasiones extraían piezas para que la boca del paciente resultara más atractiva.

Los primeros aparatos metálicos para extender la arcada y corregir la malposición dentaria se los debemos al destacado doctor francés Pierre Fauchard (1678-1761) conocido como el “padre de la odontología moderna”, autor, entre otras obras, de “Le chirurgien dentiste” (El dentista cirujano).

Gracias al interés en la oclusión dental del estadounidense Edward Hartley Angle (1855-1930), considerado como el padre de la ortodoncia moderna, la especialidad de la Ortodoncia recibió un gran reconocimiento.

En la última década se ha evolucionado exponencialmente en los tratamientos de ortodoncia mediante avances encaminados a acortar la duración de los tratamientos, a mejorar sus resultados, y a favorecer la estética y la comodidad del paciente (ortodoncia lingual, invisible, etc.).

Un tratamiento de ortodoncia, realizado por un profesional especializado, no solo consigue que el paciente luzca una preciosa sonrisa sino que también es vital para reforzar su salud bucodental y su autoestima personal y profesional.