¿Por qué se extraen dientes?
Antes de iniciar un tratamiento de ortodoncia, es una inquietud habitual entre nuestros pacientes si, como parte del mismo, deberán someterse a alguna extracción de sus piezas dentarias.
Es importante resaltar que en nuestro centro especializado empleamos y estamos plenamente formados en las principales técnicas y avances en ortodoncia, por lo que nos es posible conseguir una alineación correcta y una mordida saludable evitando realizar extracciones en la mayor parte de los casos, acudiendo a esa opción únicamente cuando un completo y pormenorizado estudio arroje un diagnóstico que así lo aconseje.
¿Qué dientes se extraen más a menudo?
Si así fuera, no hay que pensar en ello como en una situación dramática sino como una solución terapéutica con plenas garantías. Las piezas que se extraen con mayor frecuencia en un tratamiento de ortodoncia son los premolares, es decir, los dientes que se encuentran entre los caninos o colmillos y los molares o muelas y que, por otra parte, no están implicados en ninguna de las funciones básicas de la boca (succión, masticación, deglución y fonación).
La extracción de premolares estaría indicada en aquellos casos en los que exista una considerable falta de espacio que no sea posible subsanar a través de otros sistemas destinados a conseguir la expansión de la arcada. Esta falta de espacio puede deberse, entre otros motivos, a un apiñamiento severo, a una discrepancia antero – posterior (el maxilar superior o inferior se encuentra más adelantado de lo normal) o a presentar mordida abierta (imposibilidad de contacto entre las piezas dentarias anteriores).
Aunque pueda parecer obvio, es esencial tener paciencia y esperar a que se termine el crecimiento dado que, en ocasiones, los niños experimentan un desarrollo mayor de lo proyectado en un primer diagnóstico.
Finalizado el tratamiento, el espacio quedará totalmente cerrado y los dientes alineados y ubicados en su posición correcta dentro de la arcada, de manera que la ausencia de las piezas extraídas será imperceptible.